EII Pediátrica

Diagnóstico

En los últimos años, diversos estudios nos muestran que se está produciendo un incremento notable en la incidencia de las EII en menores con el aumento del diagnóstico de nuevos casos en estos grupos de edad. De tal manera, se observa que existe una duplicación aproximada de la tasa de incidencia en la última década, destacando que una tercera parte de las personas recién diagnosticadas tienen menos de 18 años.

Recientemente, se ha demostrado que la EII pediátrica presenta características diferenciales y puede ser muy distinta a la manifestación en personas adultas, observándose que el comportamiento de la EII en menores, en cuanto a extensión, gravedad y respuesta a los tratamientos, es diferente al comportamiento en personas adultas.

Es prioritario, pues, el diagnóstico precoz, de forma que la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica establece los criterios de Oporto para establecer un diagnóstico de seguridad en caso de sospecha de una EII en menores.

Tratamiento

Una vez diagnosticada la EII, el tratamiento se basa fundamentalmente en las mismas terapias utilizadas en las personas adultas, buscando controlar la EII, remitirla a largo plazo, normalizar el estado nutricional y lograr el menor impacto posible en la calidad de vida, el crecimiento y el desarrollo de las personas afectadas.

El tratamiento farmacológico habitual en las personas con EII pediátrica consiste en la utilización de uno o varios de los tratamientos siguientes:

  • Aminosalicilatos
  • Corticoides
  • Terapia nutricional
  • Inmunomoduladores
  • Fármacos biológicos y/o cirugía

Del mismo modo, es muy importante dar prioridad al tratamiento social y psicológico de la EII en edad pediátrica proporcionando a la persona afectada, su familia y su entorno intervenciones dirigidas a tratar los aspectos psicosociales, mejorar la calidad de vida y aumentar la autonomía personal y vida independiente.

De ahí que sea fundamental la creación de Unidades de atención integral en EII formadas por equipos interdisciplinares que presten atención integral, interviniendo en los aspectos físicos, psicológicos y sociales de cada persona de forma individualizada.